“Pide que el Señor tu Dios te dé una señal, ya sea en lo profuno del abismo o en lo más alto del cielo.”

“Lávense, límpiense, quiten la maldad de sus acciones de delante de mis ojos. Dejen de hacer el mal.”

“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo . . . que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!”

“Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión.”

“Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos.”

“Porque así ha dicho el Señor Dios, el Santo de Israel: ‘En arrepentimiento y en reposo serán salvos; en la quietud y en la confianza estará su fortaleza.'”

“Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.”

“No tendrán hambre ni sed, ni los agobiará el sol ni el calor, porque quien les tiene misericordia los guiará . . . “

“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía.”