“Jehová te pasoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma . . . y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.”
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”