“Hermanos, esperen con paciencia la venida gloriosa del Señor. Como espera el labrador el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente que lleguen las lluvias de otoño y primavera.”
“¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No vienen de las pasiones que combaten en sus miembros? Ustedes codician y no tienen. No tienen, porque no piden.”
“¿Qué es su vida? Porque son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, deberían decir: ‘Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.”